Entrevista a Luís Jiménez #ImpulsoSénior

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En el marco de nuestra iniciativa “Impulso Sénior”, destacamos la trayectoria de Luís Jiménez Orta, de 58 años, que recientemente encontró una nueva oportunidad laboral a través de ISPROX.

Luís estudió ingeniería informática y trabajó liderando proyectos en este sector durante más de 10 años. Más tarde, decidió crear su propia empresa dedicada al sector hotelero hasta que llegó la crisis del 2007. En ese momento, Luís se volvió a reinventar formándose para dedicarse al sector de las energías, trabajando primero como asesor energético para una empresa y, finalmente, creando la suya propia. Ahora, a sus 58 años, ha empezado su última reconversión formándose por su propia cuenta y accediendo a un nuevo puesto en el ámbito de la circulación ferroviaria.

  • Luís, te has reciclado muchas veces durante tu trayectoria laboral, cambiando de sectores e incluso emprendiendo en varias ocasiones. Cuéntanos, ¿por qué decidiste cambiar el rumbo de tu trayectoria laboral en cada ocasión?

Del sector de la informática salí yo mismo, por iniciativa propia, ya que soy una persona impulsiva e inquieta que piensa que solo se vive una vez, y que hay que disfrutar de cada día. 

Trabajando de ingeniero de ciudad en ciudad, de avión en avión, te das cuenta de que lo único que consigues en tu vida es dinero, ya que no tienes tiempo para más (si realmente estás comprometido con la empresa, tal y como yo lo estaba). Por este motivo decidí dejarlo todo después de 10 años y empezar una nueva trayectoria profesional, seguramente menos rentable económicamente pero mucho más a nivel personal. 

Sin embargo, tuve la mala suerte de empezar un negocio donde se requería una fuerte inversión inicial para poder amortizarla con los años, ya que fue el momento de la crisis mundial en 2007, 2008… y me cogió de lleno. En ese momento, lo que piensas es tirar la toalla o a ti mismo por un barranco (ya que lo has perdido todo), o gracias a Dios, darte cuenta de que tienes una familia e hijos que dependen de ti. Por eso decidí reinventarme, con mucho esfuerzo y volviendo a estudiar por las noches después de la jornada laboral.

  • Si tuvieras la oportunidad de rehacer tu camino, ¿tomarías las mismas decisiones?

Solo estoy un poco en duda de si tomé la decisión correcta con mis 23 años, recién salido de la facultad, cuando la Compañía Sevillana de Electricidad, entre más de 500 aspirantes seleccionaba a un abogado, un ingeniero industrial y un ingeniero informático. Yo fui el ingeniero al que seleccionaron, con la mala suerte de que se produjo la fusión de Sevillana con Iberduero y se paralizaron las contrataciones. 

Al ser yo tan inquieto, mientras no se estableciera de nuevo, comencé a trabajar en una empresa de informática, con la sorpresa de que a los tres meses me llaman de Sevillana porque había fallecido el subdirector del centro de datos de la compañía. 

Después de que un viernes el director me indicara mi lugar y responsabilidades (sueño de cualquier ingeniero al final de su carrera), al lunes siguiente lo llamé para agradecerle la confianza que habían puesto en mí, pero que no cogería el puesto. Eso creo que fue una decisión tomada por impulso y sin meditarlo concienzudamente, aunque, de lo contrario, seguramente no tendría ni a mi maravillosa mujer, ni a mis tres magníficos hijos.

  • ¿Has tenido la sensación de que se te cerraban más puertas a medida que incrementaba tu edad? ¿A qué crees que se debe?

Más que de una sensación creo que se trata de una realidad. La empresa invierte en formar a una persona a la que intentará amortizar. Cuánto más joven, más rentabilidad.

  • ¿Qué crees que puede aportar un perfil sénior a una empresa, más allá de la experiencia?

La edad, a parte de la experiencia, que lógicamente es muy importante, te da templanza, muy a valorar por ejemplo en mi, ya que era muy impulsivo, y ahora medito mucho más y mejor las decisiones.

  • ¿Qué consejo darías a un profesional sénior que tiene dificultades para reincorporarse al mundo laboral o que busca un cambio y no se atreve a dar el paso?

Eso creo que va en cada persona, pero no cabe duda de que lo primordial es tener actitud, estar dispuesto a esforzarte en estudiar y prepararte para competir con los más jóvenes, sabiendo que partes de una situación de desventaja con la edad, pero que tienes la ventaja de la experiencia. Nunca te rindas antes de tiempo.

  • ¿Qué consejo darías a un profesional joven que desea incorporarse al mundo laboral?

Simplemente hacerles ver de que disponen de lo más importante para mí a estas alturas de la vida, que es disponer de tiempo. Saber sacarle partido al mismo colocará a cada uno en el lugar que se merezca en esta vida.

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