¿Necesitas trabajo y estás en esa etapa denominada de «búsqueda activa»? Dedica unos minutos a leer este artículo sobre networking para buscar empleo. Tras hacerlo, tendrás claros unos principios valiosos para disponer de más opciones y poder elegir, realmente, qué empleo te conviene. ¿Estás preparado para mejorar sustancialmente como candidato gracias a tus redes de contactos?
Definiendo el networking
El networking consiste en generar y aprovechar una red de contactos personales amplia e influyente. Se emplea en el ámbito particular, así como empresarial, emprendedor y entre autónomos. El principal objetivo es proyectar una imagen corporativa o personal positiva con la intención de generar nuevas oportunidades.
En realidad, este networking nos acompaña siempre. Cualquier situación se convierte en una ocasión para obtener nuevos contactos productivos. Por ejemplo, acudir a un evento empresarial permite conocer a personas interesantes con las que, quién sabe, podremos llegar a colaborar. También los cursos de formación, presenciales y online, y las redes sociales nos ayudan a tejer ese universo de contactos útiles.
Sin embargo, cuando todo va rodado la cosa parece mucho más sencilla: trabajas, te relacionas, conoces a gente interesante… Pero ¿qué sucede cuando estamos desempleados? Psicológicamente, al contrario de lo que necesitamos, tendemos a aislarnos. A encerrarnos en nuestra dificultad. Objetivamente, además, las oportunidades de networking fluyen en menor medida. Así, debes pasar a la acción: si el networking no va a Mahoma, Mahoma va al networking, parodiando a nuestro antojo el célebre refrán.
Ahora bien, ¿estamos hablando de enchufismo? En absoluto. Es una fórmula de comunicación y relación profesional mucho más profunda y fiable. Los contactos obtenidos permiten mostrar cómo somos, cómo trabajamos y qué podemos aportar. Por eso, es un procedimiento eficaz y cien por cien valioso para obtener los resultados esperados por ambas partes: contratador y contratado.
Algunos datos sobre la importancia de hacer Networking
¿Sabías que el 85 % de las ofertas de empleo se cierran gracias a las redes laborales? Es el dato más que revelador de una investigación realizada por LinkedIn. Resulta verdaderamente estimulante, ya que demuestra que muchas colocaciones se resuelven de forma personal. O sea, por medio de contactos.
De hecho, muchas veces las empresas prefieren no difundir sus necesidades de talento, principalmente por tres motivos:
- Cuestiones estratégicas. El objetivo es, sobre todo, que la competencia no identifique esas carencias o circunstancias.
- Blindaje informativo. La confidencialidad de algunos datos relacionados con el proceso se protege mejor en entornos controlados. Los conocidos y los conocidos de conocidos ofrecen más fiabilidad.
- Confianza en los cazatalentos. Sobre todo, en los puestos directivos y de mayor relevancia. La labor de estos profesionales es solvente, discreta y más eficaz.
Cómo empezar a hacer networking
Ya vas tarde. Nunca es demasiado pronto para empezar a construir una red personal de este tipo. Desde luego, que estés leyendo este artículo es un primer paso diferencial. Estás plenamente sensibilizado con el tema y, sin duda, supone una ayuda fundamental para avanzar en tu propósito.
Insistimos: el trabajo por realizar es físico y virtual al mismo tiempo. En realidad, considéralos dos caras de una misma moneda que deben retroalimentarse. De hecho, muchos contactos presenciales se continúan a través de los canales sociales. Y viceversa: algunos de tus contactos de redes requieren encuentros personales posteriores para consolidarse. Los pasos que hay que seguir los determinan, siempre, cada caso y cada persona concreta con la que te relacionas.
Los primeros pasos
El punto de partida es valorar en su medida esta labor. No la consideres una moda, una obligación molesta ni un llenahuecos cuando no tienes otras tareas por hacer. Es una faceta fundamental para tu reputación y tu imagen personal. Forman parte de la comunicación imprescindible que debes hacer. Por ello, desde luego, precisan un plan específico y una implementación coherente.
En consecuencia, debes empezar de esta manera:
- Diseña un plan y concreta en él cuál es la finalidad, los objetivos, el público objetivo y las políticas y acciones tácticas idóneas. Para ello, debes hacer una investigación sobre el producto (que eres tú), el sector, el público y los canales disponibles.
- Comienza a contactar con las personas de tu círculo más cercano relacionadas con el ámbito de actividad elegido.
- Olvídate del victimismo y el enchufismo. Plantéate las comunicaciones en positivo. Muestra interés por un empleo para el que tienes formación y experiencia demostrables.
- Muévete: toma la iniciativa. Acude a eventos sectoriales, ferias, cursos, encuentros y sitios web relacionados. La candidatura espontánea es otra opción válida; si lo intentas, hazlo con criterio.
- Aprovecha las redes sociales. El e-networking es imprescindible para generar una huella digital diferencial. Planifica bien dónde, cómo y cuándo debes estar en ellas. Y sobre todo, a quién te diriges y qué vas a comunicar.
Huella digital, una cuestión capital
Tu presencia global en Internet es como un gigantesco CV, permanentemente actualizado. Al igual que al redactar tu curriculum vitae y seleccionar tus habilidades personales, debes actuar con estos contenidos.
Muchas empresas, y cazatalentos, realizan búsquedas online de talento. Más habitual todavía es que amplíen así la información y sus criterios de valoración cuando dudan entre varios candidatos. Evidentemente, estás en Internet. Si buscan, van a encontrarte de algún modo. Esa es la clave: debes ser tú quién define, con criterio y adecuación, la información asociada a tu persona. Solo si construyes una reputación online atractiva, y consigues una huella digital estimulante y valorable, te ayudará a encontrar trabajo.
Sugerencias útiles para mejorar tu perfil digital
- Crea perfiles profesionales. Necesitas estar en LinkedIn. Si figuras en Facebook o Twitter, has de hacerlo también con un perfil profesional. Enfoca tu presencia en la dirección deseada tanto en los contenidos que compartes como en los contactos a los que sigues y dejas seguirte. En lo posible, separa lo profesional del ámbito privado. ¿De verdad crees que van a contratarte si las únicas fotos que ven son de fiestas nocturnas y encuentros familiares?
- Abre la privacidad de tus perfiles profesionales. Así podrá verlos cualquier empresa interesada en tu persona. Y por el contrario, blinda la privacidad de los canales personales y privados. Esos, solo para tus colegas y cercanos.
- Trabaja el contenido. No improvises: enfócalo siempre en función de tu plan de comunicación personal y de networking. Asocia tu imagen a informaciones útiles, valiosas, referenciales y atractivas. Personalízalas, no dudes en mojarte y aportar ideas propias, inspiradas en las mejores del sector.
- Sigue a referencias sectoriales. Tus contactos dicen mucho sobre ti. Si sigues a los mejores en cada materia, no solo accederás a un contenido más riguroso, enriquecedor y productivo, también serás asociado a la crème de la crème de tu ámbito de actividad. Si la mejor cualidad de un directivo es rodearse de los mejores, ¿qué opinión merece alguien que es capaz de hacerlo en sus redes sociales? Muy positiva, desde luego.
- Invierte tiempo en un blog. Es una tarjeta de presentación excepcional. Sus artículos reflejan tus cualidades, conocimientos, enfoques e ideas profesionales. Si alguien quiere saber cómo te desenvuelves, sin duda podrá constatarlo en esos artículos que escribes y firmas. Publica contenido de calidad, mójate y, sí o sí, comparte esos artículos en tus redes sociales para darles visibilidad. Por supuesto, sé constante: si tu última entrada es de hace cinco años, la imagen que proyectas no es demasiado operativa, ¿verdad? Es, además, un mecanismo de aprendizaje adicional muy enriquecedor y relevante.
- Actualiza tu currículum. Incluye en él todas las referencias y direcciones a tus sitios web, especialmente al blog.
Redes sociales y búsqueda activa de empleo
En tu networking para buscar empleo debes contar con una estrategia perfectamente definida:
- Crea el perfil óptimo para cada red social en la que estés.
- Refleja cuál es tu objetivo personal.
- Sigue a personas, empresas y colectivos de referencia en tu ámbito.
- Persigue contactos interesantes. No te centres solo en tus conocidos, sigue también a nombres propios relevantes en el sector.
- Muéstrate activo en cada red social escogida.
Por otra parte, debes evitar estos errores:
- Poner todos los huevos en un único cesto: usar solo una red social.
- Descuidar tu marca personal.
- Mantener interconectadas la parte personal y la profesional.
- Ser impertinente tanto en el lenguaje como en los comentarios. Mejor, no critiques a tus empresas y compañeros anteriores.
- No actualizar los contenidos.
- Tardar en responder y relacionarte.
- Lanzar monólogos, en vez de impulsar conversaciones.
Mejores redes sociales para encontrar trabajo
Llegados a este punto, posiblemente te preguntas dónde debes estar para optimizar tu networking laboral. Estas son las opciones online más interesantes, en función del sector y las características de cada persona y puesto:
- LinkedIn. Es la principal red social profesional, la que más usuarios tiene. Debes estar sí o sí. Al escribir tu perfil, plantéalo como un currículum. No dudes en trabajar tu red de contactos ni en unirte a grupos con tus mismos intereses. Recuerda que puedes encontrar ofertas de empleo.
- Facebook. Es una red social generalista, pero puede proporcionarte visibilidad y buenas conexiones. Desliga, sobre todo, la parte profesional de la personal: crea dos perfiles distintos si es preciso. No dudes en compartir enlaces a tus contenidos más profesionales, especialmente a los artículos de tu blog.
- Xing. Es muy parecido a LinkedIn: tu modus operandi debe ser el mismo. Genera contactos con profesionales, consulta ofertas y apúntate a grupos relacionados. Por supuesto, comparte contenido de interés.
- beBee. Esta red social española se sustenta en la marca personal. Incluso puedes crear tu propio blog a través de ella.
- Twitter. También es un canal generalista que puedes aprovechar para conectar con gente interesante y dar notoriedad a tus contenidos profesionales.
- Gust. Se enfoca hacia las empresas emergentes y el emprendimiento. Además de encontrar colaboradores, puedes obtener financiación alternativa para tus proyectos profesionales.
- Shapr. Permite filtrar por múltiples factores, por lo que simplifica las búsquedas. Sobre todo, se utiliza para conectar con profesionales de un propio ámbito o sector.
- Womenalia. Un canal exclusivo para mujeres. Su objetivo es impulsar y difundir el talento femenino entre todo tipo de trabajadoras.
Mejores eventos en los que hacer networking para buscar empleo
Ten una idea clara: nadie nace aprendido en esta faceta. Por eso, debes perseverar y no desanimarte. Cada vez que acudas a un evento, trata de aprovechar la oportunidad y, a la vez, de formarte para la siguiente.
Entre los eventos que debes frecuentar destacan:
- Congresos y convenciones sectoriales.
- Cursos, talleres, conferencias y webinarios sobre las materias relacionadas con tu actividad.
- Ferias y eventos.
- Presentaciones o firmas de ejemplares de libros.
- Presentaciones y lanzamientos de productos, establecimientos o exposiciones.
- Ferias y actos de búsqueda de empleo.
- Cualquier acontecimiento de actualidad relacionado con tu campo de actividad y trabajo.
- Cenas y reencuentros con antiguos compañeros de empresas, estudios u otras actividades sociales.
- Eventos informativos sobre las profesiones del futuro.
Llegados a este punto, sin duda, tienes claro que nadie puede renunciar al networking para buscar empleo. Debes desarrollar y aprovechar tus redes de contacto tanto virtual como presencialmente. Empieza ahora mismo, cuanto antes lo hagas, más posibilidades tendrás de ponerte a trabajar pronto.
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